Muchos hablan de las declaraciones de Meghan y Harry durante su entrevista con Oprah Winfrey. Es una de las entrevistas más esperadas en los últimos años y todo lo que ahí se dijo seguirá dando de qué hablar por un buen tiempo.

En cuanto a las declaraciones, las opiniones están divididas: está el bando que defiende a la pareja, y el bando que defiende a la familia real. Algunos se enfocan solo en alabar las destrezas de Oprah como entrevistadora, como en este artículo del crítico de medios del Baltimore Sun, David Zurawik:

«Oprah sigue siendo la reina de las entrevistas televisivas”

Sin embargo, más allá de toda esta situación, hay una parte involucrada que pasa casi desapercibida pero que, en realidad, es la más beneficiada: la televisión tradicional.

En los últimos años hemos pasado de consumir contenidos en la televisión tradicional a  las plataformas streaming, como Netflix, Disney Plus, entre otras. La inmediatez, el tener los contenidos donde y cuando queremos nos ha hecho migrar, sin pestañear, a esta forma de ver televisión, pero el domingo siete de marzo, fue la excepción. Lo espectadores volvieron a la televisión tradicional por unas dos horas.

Aunque parezca poco, esas dos horas han significado mucho para la televisión tradicional, de acuerdo a un reporte de CNN:

  • De acuerdo con la escala de audiencia televisiva de Nielsen, 17 millones de espectadores vieron la entrevista por CBS (solo en Estados Unidos).
  • Todavía tienen poder de convocatoria. Este punto es importante porque entonces las cadenas de televisión podrían comenzar a elaborar estrategias que atraigan nuevamente al público que migró a las plataformas Streaming desde hace un buen tiempo.

Para finalizar, agregaría también que genera conversaciones entre la personas (todo este tema de la monarquía inglesa es un gran ejemplo y todo apunta a que no terminará pronto).

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